La magia de una canción no solo está en su melodía, sino también en el viaje que la hace posible. Esta producción musical, grabada en medio de la naturaleza imponente de la Laguna de Cube en la Mgnífica Reserva Ecológica Mache Chindul, fue mucho más que una sesión de rodaje: fue una experiencia que fusionó música, paisajes y emociones.

Desde la calma de la laguna hasta los sonidos del entorno, cada toma fue pensada para capturar la esencia de la canción interpretada por Adriano Jiménez. El entorno natural se convirtió en el escenario perfecto para transmitir el mensaje profundo de su letra, conectando directamente con el alma del espectador.

El reto y la inspiración

Grabar en una zona natural protegida implicó planificación, respeto por el entorno y mucha creatividad. El acceso al lugar, el manejo del equipo técnico en condiciones naturales y la búsqueda de luz perfecta en cada escena fueron desafíos que asumimos con pasión.

Una experiencia para recordar

Más allá de la producción, este proyecto nos permitió compartir momentos auténticos, convivir con la naturaleza y reafirmar que el arte no tiene límites cuando hay compromiso y visión.

Aquí compartimos algunas imágenes y fragmentos exclusivos del detrás de cámaras para que vivas con nosotros esta aventura inolvidable.